Es una variedad que va más allá de la imaginación más fervorosa que produce esta empresa. Y no me refiero sólo a los manejos artísticos, los que le han valido a la compañía ligur numerosos reconocimientos y premios, sino a toda la producción que cuenta con un inmenso número de referencias.
Una producción capaz de abarcar todo el ámbito de los accesorios náuticos, un catálogo capaz de abastecer desde el crucero hasta el superyate de lujo. Aquí se fabrican cerraduras y accesorios para puertas y muebles, guías y poleas para puertas correderas, bisagras, topes de puertas, ganchos y pestillos. Pero también los cierres de palanca o de compás, los topes de los asientos, los elevalunas, las barandillas, las puertas y las escotillas estancas.
Luego pasamos a las manillas, aquí presentes en una variedad prácticamente infinita, capaz de adaptarse a cualquier necesidad o satisfacer cualquier gusto, desde la manilla tradicional hasta la iluminada, una herramienta de seguridad y diseño.
Todo ello producido con un cuidado y una atención maníaca al detalle que no tiene parangón.
Un proceso industrial que, aunque certificado, es capaz de conservar un componente artesanal, donde la habilidad manual sigue marcando la diferencia, tanto en términos de belleza como de durabilidad.