Polytechno Engineering: Alberto Palazzo, protagonista de la seguridad en el mar

La seguridad, especialmente en el mar, no debe subestimarse, y en este ámbito Polytechno Engineering trabaja para la prevención y ofrece sistemas innovadores de lucha contra incendios que pueden utilizarse tanto en el sector náutico naval como en el terrestre.

Pero demos un paso atrás: para quienes no lo conozcan, Polytechno Engineering nació de la colaboración de un grupo de expertos de los sectores de la seguridad, la protección, la marina y la construcción naval que han combinado experiencia y conocimientos para desarrollar sistemas de extinción de incendios de última generación.

Alberto Palazzo es el director único de la empresa y en este artículo nos habla de su visión de la seguridad en el mar.

Alberto, ¿de dónde viene esta pasión tuya por los sistemas de seguridad y de alarma/apagado de incendios?

«Técnicamente vengo de otro campo, estudié ingeniería nuclear, el campo era ingeniería de plantas, eran plantas diferentes, pero me permitió conocer todas las tecnologías que existen en el mercado, porque
Para trabajar en una central atómica tuve que estudiar de todo, electrónica, hidráulica, mecánica, etc.
Me encontré en el entorno náutico porque las dos instalaciones son muy similares en algunos aspectos, de nuevo el entorno es «multidisciplinar».

Mi gran pasión por la electrónica, que he cultivado a lo largo del tiempo, también me ha llevado a desarrollar proyectos en Polytechno Engineering. Nuestro sistema de alarma y extinción es electrónico, y con el Dr. Azzolini, mi mentor, buscamos una solución al problema que teníamos al principio: disponíamos del agente extintor en aerosol pero no de un sistema de activación eficaz, por lo que era más difícil utilizarlo. Hoy en Polytechno Engineering disponemos del sistema más sencillo y eficaz del mercado, tanto en el ámbito náutico como en el terrestre.

Desde el punto de vista empresarial, siempre hemos tratado de expandirnos a más mercados: eólico, marino, industrial (por ejemplo, con máquinas que realizan mecanizados complejos y tienen volúmenes muy grandes en su interior, o en las que se almacenan materiales peligrosos que pueden tener inicios de incendio). El aerosol no presenta ningún tipo de problema con los materiales, no interactúa con nada, no es en absoluto tóxico y está clasificado como «equivalente al rociador», por lo que puede utilizarse en salas de máquinas, pero también en torres eólicas, con paneles fotovoltaicos, etc.

En el caso concreto de las torres eólicas, también pensamos que es difícil encontrar otros sistemas que puedan instalarse a 90 metros de altura, porque cualquier sistema de gas a presión sería muy difícil de instalar y también muy caro. Todos los sistemas tradicionales de extinción de incendios (excepto el agua, que en cualquier caso sería muy difícil de llevar a esa altura, y sólo sería parcialmente eficaz con este tipo de fuego) son sistemas a presión, y tanto en la náutica como en la torre eólica, entornos similares en diseño, elaerosol es realmente revolucionario y mucho más versátil».

¿Cuáles son los factores que pueden desencadenar un incendio en un barco?

«Problemas de electricidad, derrames de combustible, cocinar, son generalmente las situaciones que hay que mantener bajo control. Hoy en día, se ha añadido otro elemento para complicar la situación: la batería de litio. Las baterías de este tipo sufren cuando se recargan, en parte porque la tendencia actual es tener siempre una batería eficiente y cargada en el menor tiempo posible.

Sin embargo, cuando se carga, la batería de litio sufre una crisis importante y, obviamente, si acorto el tiempo de carga, las corrientes implicadas aumentan y la temperatura sube… y la batería de litio tiene este problema: alcanza una cierta temperatura y luego explota. La mayoría de las veces las explosiones no son violentas pero el fuego se inicia y no son fuegos clásicos, no se pueden apagar con un agente extintor como el agua, por ejemplo, porque hay que cumplir dos factores: uno es apagar el fuego, y el otro es bajar la temperatura para que caiga por debajo del umbral crítico.

¿Y cómo nos ayuda el sistema de aerosoles en esta coyuntura?

«El agente extintor en aerosol se descubrió accidentalmente hace más de 60 años, después la electrónica desarrolló todo lo necesario para su activación, ya no hay mangueras, botes, boquillas, sino sólo cables eléctricos y lo bueno es que se puede instalar incluso después de terminar el barco, al fin y al cabo sólo hay que tender cables.

La mayoría de las baterías tienen una criticidad en torno a los 100/104 grados, cuando la batería supera esta temperatura se inicia el fuego: primero con una explosión, y después comienza la llama. Si intento extinguirla con un extintor o un sistema tradicional, apago las llamas quizá por un momento, pero luego se reanudan inmediatamente porque la temperatura de la batería sigue por encima del umbral, las llamas pueden alcanzar hasta mil grados, y son condiciones difíciles de gestionar.

En el caso de los barcos, por ejemplo, si se utiliza agua pulverizada, agua nebulizada, para apagar este tipo de incendios, puede funcionar mientras dispongamos del recurso, pero cuando se acaba el agua, el fuego vuelve a empezar. También podría utilizarse CO2, pero es mortal y difícil de instalar.

El Aerosol de Polytechno Engineering, en cambio, es muy útil para esto: normalmente es un sólido, está compuesto por dos sales de potasio y cuando se activa sale un vapor del recipiente, una partícula muy fina, es el potasio el que apaga el fuego. Cuando llega a la llama, se une a las partículas y aleja el calor del fuego, la temperatura desciende y, mientras la niebla permanezca en la habitación (de tres a cuatro horas), el fuego no puede volver a encenderse, lo que da tiempo a la batería de litio a enfriarse. Esto en la navegación es realmente un sistema muy eficaz y eficiente».

¿Cómo ha cambiado la seguridad en el mar en los últimos años y cuánto queda por hacer en este campo?

«En cuanto a la seguridad en mar ha cambiado afortunadamente la percepción de los peligros, aún no del todo, pero ha mejorado mucho, por un lado porque cada vez hay obligaciones más estrictas y por otro porque el fuego (no sólo en la navegación sino también en tierra) se reconoce cada vez más como uno de los mayores problemas.

En el mar es quizás el mayor problema, siempre se puede mejorar, los barcos deberían estar equipados con sistemas fijos contra incendios, se deberían utilizar productos resistentes al fuego y/o ignífugos (como cables que frenen el fuego, y eliminar los materiales de construcción que puedan arder con facilidad), hay mucho que hacer en cuanto a materiales, y sobre todo desde el punto de vista normativo, debería haber más obligaciones en cuanto a equipos contra incendios, pero también ayuda y apoyo para la adaptación, ya que los sistemas contra incendios también pueden costar mucho dinero. Resolver los daños causados por un incendio cuesta mucho más: según estudios recientes, un incendio cuesta 10.000 euros por minuto desde que se declara.

Los incendios en el mar son desgraciadamente terribles porque no tienes escapatoria. En mi opinión sigue faltando una formación adecuada a bordo, cuando se producen catástrofes la gente nunca sabe cómo reaccionar, o bien manejan los sistemas sin conocerlos, o bien no hacen nada. A menudo cunde el pánico, lo que reduce la capacidad operativa y organizativa. Por eso también sería útil un sistema fijo automático que tomara rápidamente la decisión correcta en caso de incendio.