El majestuoso ketch, construido en 1993 en los famosos astilleros Perini Navi de Viareggio, ha vuelto a su esplendor original a voluntad de su nuevo propietario italiano que, a través de la empresa Forza 3 de Milán, eligió a Lusben para llevar a cabo la remodelación del yate durante diez años.
La remodelación duró un total de cinco meses y en ella participaron casi 50 personas, entre empleados directos y proveedores externos, que trabajaron en total sinergia con la tripulación del barco.
A pesar de las graves limitaciones impuestas por la pandemia mundial, la cuidadosa planificación de las actividades ha permitido a Lusben evitar cualquier ralentización y las operaciones en los astilleros han continuado sin retrasos. Este año, el volumen de trabajo de los botes ha sido más rápido de lo habitual y sólo en la planta de Viareggio se ha alcanzado un máximo de 23 barcos en el astillero, de entre 28 y 50 metros, que han ocupado los puestos de trabajo en el mar y en tierra.
Lusben, con más de 60 años de experiencia en el sector de la remodelación de yates, cuenta con unas instalaciones en las que el saber hacer, la organización, la atención a los detalles, la hospitalidad y la cálida acogida son los elementos imprescindibles de la filosofía de la empresa. Una filosofía que, junto con la profesionalidad del personal, da nueva vida a los barcos más bonitos del mundo.