Moon Sand, el superyate de semi desplazamiento, sencillamente impresionante, lanzado por Lürssen, sólo podía poner sus ojos en una ciudad vibrante como Londres. Y verla en estas fotos, navegando por el Támesis, con el Tower Bridge como telón de fondo, es una emoción única.
El diseño del Moon Sand, de inspiración vintage, es llamativo y, al mirarlo, recuerda las líneas de los buques de guerra del Carinthia VI, en los que participó el lápiz de Jon Bannenberg, decorando un tipo de buque realmente icónico.
Fue en 1971 cuando Lürssen lanzó el Carinthia VI para el magnate Helmut Horten, pero a éste le seguiría un séptimo modelo aún más grande. El sexto Carinthia era un superyate de 42 metros, muy eficaz en términos de magnitud. Tal vez porque el propietario estaba acostumbrado a él y quería uno igual de rápido y llamativo, pero sin lujos. En aquella época, Lürssen se dedicaba principalmente a equipar buques de guerra, lo que sin duda contribuyó a las sólidas líneas del Carinthia VI.
El astillero alemán ha recorrido un largo camino en más de medio siglo. Y con el lanzamiento del Moon Sand, Lürssen apunta claramente al sector de los superyates de 55 a 75 metros. En cuanto a los yates de mayor tamaño, no hace falta decir que el astillero alemán de Bremen ya tiene un récord mundial gracias a megayates emblemáticos como el Octopus, de 127 metros, y el Rising Sun, de 138 metros, ambos donados a dos magnates de la alta tecnología.
El Moon Sand, originalmente llamado Proyecto 13800, también se expuso en el mágico Salón Náutico de Mónaco de este año. Sin duda uno de los más bellos superyates lanzados durante el periodo de la pandemia, el Moon Sand es un sueño de 55 metros que no es fácil de realizar.
Peter Lürssen, al frente del equipo directivo del astillero, explicó a la prensa que el Moon Sand era un “desafío“, comparando el amplio espacio disponible en los yates de 100 metros con el del “pequeño” Moon Sand.
Con una eslora total de 55,4 metros, el Moon Sand tiene cuatro cubiertas (incluida la inferior) y una manga de 10,2 metros, mientras que su calado es de tres metros. Toda la instrumentación del radar está en la parte superior del flybridge, que -curiosamente- en el Carinthia VI se trasladó a la popa.
El diseño de interiores de Bannenberg & Rowell se basa en el uso de colores a veces brillantes, que dan vida a un mobiliario moderno y muy creativo con formas geométricas inusuales.
El estudio de diseño -el mismo que también trabajó en Carinthia VI en colaboración con la exigente esposa del propietario- convirtió a Moon and Sand en un crisol de mil materiales. A bordo, todo se funde en una armonía de belleza náutica realmente única: acero espejado en los pasamanos de las escaleras interiores, modernidad que contrasta con el clasicismo del mármol Rosa Portogallo en los baños y madera natural barnizada ultratransparente en las mesas artísticas. El suelo interior está colocado en forma de espiga, cubierto por todas partes con alfombras de todo tipo y forma. Todo está bien iluminado por un estudio de iluminación artificial y lámparas especiales muy sorprendentes.
El “eclecticismo es del barco” se podría decir, pero la sensación es la de estar a bordo de un museo de la vela, especialmente rápido y con un carácter austero en sus líneas exteriores.