El pionero Índice SEA ha sido avalado por uno de los nombres más importantes del sector marítimo: Lloyd’s Register. El anuncio vino directamente de la Superyacht Eco Association (SEA) en la décima edición del simposio medioambiental de La Belle Classe Superyachts, como parte de la Monaco Ocean Week (25 de marzo de 2021)
«Todas las calificaciones del índice SEA serán aprobadas por Lloyd’s Register, lo que garantiza que los datos sean verificados por una empresa especializada con una experiencia y credibilidad únicas», dijo Michel Buffat, director de Aviation & Yacht Finance, Credit Suisse.
La Superyacht Eco Association es una organización sin ánimo de lucro fundada en septiembre de 2020 por el Yacht Club de Mónaco en colaboración con la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco y Credit Suisse, en respuesta a las peticiones de un gran número de propietarios que querían conocer los niveles de impacto ambiental de sus yates, el primer paso hacia un futuro cada vez más sostenible para los superyates.
Fundada en 1760, Lloyd’s Register está especializada en la validación, certificación y acreditación de empresas e infraestructuras marítimas, con un fuerte enfoque en la protección del medio ambiente. La aprobación por parte de Lloyd’s Register es un paso clave para el Índice SEA.
Durante el simposio, celebrado en el Yacht Club de Mónaco, Michel Buffat confirmó la constante evolución del índice del mar que, además de los niveles de Co2, pretende incluir otros criterios de evaluación medioambiental, pasando por un cuidadoso análisis del modo de utilización de las embarcaciones y dando cada vez más importancia a las emisiones producidas por los sistemas de energía auxiliar (la llamada «carga hotelera»).
Actualmente, el índice SEA utiliza una fórmula basada en la clasificación de eficiencia energética utilizada por la Organización Marítima Internacional (OMI). Los factores que se tienen en cuenta son las emisiones de CO2 a plena carga, la velocidad del buque y el número de pasajeros certificados. El resultado se expresa con una puntuación asignada en una escala de 1 a 5 estrellas.
A falta de una norma mundial sobre las emisiones de CO2 de los superyates, el objetivo es crear un análisis medioambiental basado en datos reales, transparente, de fácil lectura y accesible, que pueda ser un indicador fiable de la reducción de las emisiones de CO2.
«El Índice SEA se creó para concienciar a los astilleros, los propietarios y los capitanes con el fin de crear un esfuerzo de colaboración para proteger el medio ambiente», dijo Bernadn D’Alessandri, Secretario General del Yacht Club de Mónaco, Presidente del Cluster Yachting Monaco y miembro de la junta de la Superyacht Eco Association.
Además de Lloyd’s Register, la iniciativa contó con el apoyo de toda la industria naval, incluidos varios astilleros como Nobiskrug, uno de los socios implicados en el desarrollo de esta importante herramienta de control medioambiental.
«Con la Superyacht Eco Association, está claro que hemos llegado a un acuerdo con personalidades de todo el sector: en los primeros seis meses, las afiliaciones han aumentado y hemos visto un gran crecimiento de esta herramienta, apoyado por una creciente concienciación sobre los problemas medioambientales de los superyates. «, añadió Michel Buffat.
La conferencia del 25 de marzo se celebró en la sede del Yacht Club de Mónaco e incluyó varias presentaciones sobre muchos aspectos de la sostenibilidad del medio ambiente marino, incluido el uso de nuevas fuentes de energía como el hidrógeno y los sistemas de propulsión eléctrica.
«El Yacht Club de Mónaco se enorgullece de poder aportar su contribución a la consecución de los objetivos que se propone esta iniciativa y de reforzar el papel del Principado de Mónaco como centro de excelencia e innovación para el sector de los yates de lujo en una perspectiva tan vanguardista.
Todavía queda mucho por hacer, pero lo que la Superyacht Eco Association ya ha demostrado es que, trabajando juntos, podemos avanzar rápidamente hacia un medio ambiente más sano y hacia el respeto de los océanos por el bien de todos», concluyó Bernard d’Alessandri.
